miércoles, 17 de octubre de 2007

El problema con los blogs...

El problema con los blogs es que son un área gris en que no queda claro qué tanto derecho tiene uno a publicar lo que quiera (esencialmente, todo el derecho, mientras no se viole la ley ni las reglas del sitio), ni qué tanto derecho tiene la gente de quejarse o protestar por lo que uno publique.

Un reciente post en este sitio me ganó un regaño en la prensa pública, porque me pitorrié (¿pitorrée?) de lo que Fernado Solana Olivares, un colega columnista de Milenio, publicó en su columna "Elitismo para todos". Como daba la impresión de que era yo (y por extensión los científicos, ya ven los estereotipos que tanto nos esforzamos por combatir los divulgadores) un intolerante y cerrado cientificista, me permití responderle en mi propia columna de Milenio. La reproduzco aquí, por si les interesa. Mientras tanto, Solana promete una segunda parte de su texto, donde amenaza con defender la infame película ¿Y tú qué /=(#$ sabes? (What the bleep do you know?).
¡Buena suerte en defender lo indefendible!

Si les interesa mi propio comentario sobre esa cinta, publicado en agosto de 2005, lo pueden hallar aquí: parte 1 (desanimado) y parte 2 (recuperando el aliento)]. Y si quieren entender con más detalle por qué la película es una estafa, pueden leer este excelente artículo de Sergio de Régules en la revista ¿Cómo ves?) Si hay algo que comentar luego de leer la segunda parte de Solana, lo haré aquí...

Milenio Diario/columna La ciencia por gusto
En efecto, falsa ciencia
Martín Bonfil Olivera
publicado en Milenio Diario, 17 de octubre de 2007


Se duele Fernando Solana Olivares (MILENIO Diario, 12 de octubre) de la opinión personal que publiqué sobre una de sus columnas (7 de septiembre) en la que afirmaba que “en el nivel subatómico… existe una manifestación de la conciencia” con la que, según él, se puede comunicar mediante la meditación.

Desafortunadamente no menciona que la publiqué en un blog personal, no en una columna periodística. En el blog comento “cosas inútiles pero interesantes”, y me pitorreo de lo que me parece ridículo, con el tono irrespetuoso de una charla de café (que nunca usaría en MILENIO). Tampoco menciona que en otra entrada del blog (17 de septiembre) elogio otra de sus columnas, donde habla sensatamente del debate sobre los medios.

Pero mi opinión se sostiene. Solana critica el “lugar común semiilustrado” de denostar los libros de autosuperación… y a continuación nos receta una serie de contradictorios lugares comunes sobre la ciencia.

Habla de “los sacristanes científicos (que) practican un pensamiento reductivo”, pero ¿puede haber algo más reductivo (y simplista) que pensar que la conciencia humana surge de la de los átomos?

Denuesta el “lamentable papel de la ciencia-técnica moderna: mercantilista, amoral, responsable de la era industrial y de sus horrores químicos, físicos, médicos, ambientales, económicos y sociales”. Pero no menciona los beneficios indudables —y mucho más numerosos— que la ciencia nos ha dado.

Apela al supuesto “misticismo” de grandes científicos... que ellos mismos se encargaron de negar. Schrödinger escribió: “Dios debe quedar fuera del marco del espacio-tiempo. ‘No encuentro a Dios en el espacio ni en el tiempo’, dice el físico sincero”. Y Einstein aclaró que su famoso sentimiento religioso no era de tipo místico, sino sólo consecuencia de su “admiración ilimitada por la estructura del mundo, según nos la puede revelar nuestra ciencia”.

Entendemos muy bien a los átomos. Pensar que tienen conciencia es ignorar auténtico el conocimiento científico, prefiriendo menjurjes seudocientíficos que mezclan ciencia y pensamiento mágico. La búsqueda de la espiritualidad es válida, como cualquier otra empresa humana. Lo inaceptable es vender como auténtica la falsa ciencia que busca espíritus en átomos, energías y vibraciones que no son más que manifestaciones del universo físico.

Un lector (White Rabbit) propone este iluminador texto de Mauricio José Schwartz para proseguir la discusión sobre por qué el pensamiento desordenado que muchos charlatanes venden, y muchas personas honestas con afán de creer compran despreocupadamente. Muy recomendable.

5 comentarios:

Luis Frost dijo...

no defiendo a los de y tú que bleep ni nada por el estilo, pero ¿en serio no funcionarán esas cosas para quienes sí creen en ellas? siempre he creído que sí sirven porque se autosugestionan y que por eso tienen que defenderse tanto de los que los critican: son como los religiosos, sólo que les da pena y hacen como que lo suyo sí es ciencia. ¿no?

Martín Bonfil Olivera dijo...

De acuerdo, puede ser... pero de ahí a que los átomos tengan conciencia o el agua responda a las emociones, hay un graaan trecho.

Por mi parte, tendría que agradecerle a Fernando Solana: ¡sólo con mencionarlo, aumentó el número de visitas a este blog al doble!

Antonio dijo...

Ya he pensado varias veces en el tema de los límites de lo que se puede decir en un blog, y me parece que, si bien es cierto que el blog es una expresión más personal que, por ejemplo, la columna en un periódico, revista, radio o televisión; no deja de ser un medio al que cualquiera puede acceder y algo que se diga ahí puede también causar problemas. Un ejemplo es la demanda de JJ Benítez al autor del Blog español Magonia (y la sentencia de un Juez a modificar las entradas en el blog y a pagar una cantidad).

No digo que no escribas con seriedad, simplemente comento mi percepción de que postear también requiere tener cuidado. Creo que al responder en tu columna de Milenio le das a tu blog la importancia que merece y personalmente creo que tu crítica a lo escrito por Fernado Solana Olivares basada en la razón. Quien hace las afirmaciones excesivas es él.

Aprovecho para felicitarte por tu labor de divulgación científica.

Un Abrazo

María Teresa dijo...

En efecto, yo comencé a leer este blog cuando vi el nombre de Fernando Solana.

"que los átomos tengan conciencia o el agua responda a las emociones", no me parece una afirmación excesiva. Me parece más excesivo negarlo porque al hacerlo se cae en los dos extremos que se tocan. Es decir ¿a mi quien me confirma lo opuesto? ¿Cómo? Sobre todo en esta era plagada de aberraciones, lo monstruoso y lo humano van de la mano.
Incluso regresando a Einstein y otros cientificos, habría que recordar que muchos de ellos fueron tachados como locos.
Galileo, claro esta. En fín, me gustaría que me explicaran porque los átomos no tienen consciencia. He escuchado argumentos afirmadolo pero ninguno que lo niegue, me parecería interesante conocer alguno. Es decir ¿Por qué no?

Antonio dijo...

María Teresa:

1) Una negación no es una afirmación reflejada en el espejo, además de que aquí no hay nadie negando. Habemos dos personas dudando de las afirmaciones excesivas de un señor que no las ha podido respaldar con evidencia.

2) No puedes esperar a que te demuestren que cualquier afirmación es falsa para empezar a dudar de ella. Si alguien te dice que tu hermano es un violador de niñas no vas a ir a pedirle a tu hermano que te demuestre que no es un violador. Vas a pedirle a quien lo acusa que de pruebas de que lo es.

3) "...Sobre todo en esta era plagada de aberraciones, lo monstruoso y lo humano van de la mano..."

La lógica es la lógica sin importar si se afirma en una era de aberraciones o en una era de felicidad universal. Suponiendo que en realidad estemos rodeados de monstruosidad y aberración, no encuentro en ese hecho ninguna evidencia de que los átomos de agua tienen emociones. No veo relación entre una cosa y la otra.

4) No sé quien haya dicho que Einstein o Galileo estaban locos. No encuentro que ninguno de sus detractores lo haya hecho.

5) ¿Por qué no?

Antes de darte argumentos para dudar de que los átomos puedan tener conciencia, necesito que me des argumentos para dudar de que los átomos tengan pantalones. En caso contrario seguiré pensando que los átomos tienen pantalones. Por favor demuéstrame que no es así.

Un abrazo.