El pasado martes 13 de mayo tuve el placer de ir al concierto de Señor Coconut en el Teatro de la Ciudad.
(El Señor Coconut es el de camisa blanca, al centro, con la laptop)
Para quienes no lo conozcan, explico brevemente: se trata del DJ, músico y productor de música electrónica Uwe Schmidt, quien tiene una disquera y ha participado en múltiples proyectos (que no conozco... todavía). Pero el más famoso es Señor Coconut, identidad que adopta para tocar música tropical (mambo, cumbia, salsa, merengue) combinada con sonidos electrónicos, frecuentemente haciendo versiones de canciones conocidas (por ejemplo, de la japonesa Yellow Magic Orchestra, pionera del electropop).
Pero sin duda su mayor éxito es el álbum El baile alemán, dedicado a cóvers del maravilloso grupo alemán Kraftwerk, los sensacionales abuelos del tecnopop y en general de la música electrónica (he aquí su página minimalista, con musiquita... también está padre su MySpace, aunque carga lento). Desde 1970, Kraftwerk ha marcado el rumbo con éxitos como Autobahn, Trans-Europe Express, The Robots, The Man Machine y otros. (Por cierto, hace como 2 años vinieron a México... ¡un concierto sensacional, también!)
Pero volviendo a Señor Coconut, para que se den una idea de la maravillosa experiencia que vivimos, pongo aquí un video de un concierto de la misma gira, pero filmado en Tokio. Es una versión de la canción Smoke on the Water, de Deep Purple. ¡Disfrútenla!
Pero para apreciar la experiencia Señor Coconut haciendo versiones de Kraftwerk, nada mejor que ver primero una canción en su versión original, y luego la versión Coconut. Les presento el video de The Robots con Kraftwerk (¡de 1977!)...
(sorry: no se puede incrustar el video, tienen que hacer clic aquí)
...y luego la versión tropical de Señor Coconut.
(Si no se ve el video, haz clic aquí) ¡Viva Coconut! (ojalá regresen pronto a México)
Con libros como Bases biológicas de la bisexualidad, de Luis González de Alba (reeditado en versión muy ampliada y mejorada por Paidós en 2003 como La orientación sexual), y muchos otros, parecería que ya no tiene caso explicar por qué las orientaciones sexuales distintas de la heterosexual no son "antinaturales" ni daniñas.
Aun así, vale mucho la pena leer este texto de Scott Bidstrup, traducido por un amigo de mi tocayo Martín Fragoso, y que Martín reproduce en su interesante blog Enseñando a la mosca a escapar del frasco.
Ahí se los dejo, por si les sirve o interesa.
El "crimen natural contra la naturaleza" La sodomía ha sido estigmatizada siglo tras siglo, en muchas culturas alrededor del mundo y a través del tiempo, buscando sobre todo estigmatizar las relaciones entre miembros del mismo sexo. Casi invariablemente, cuando es criminalizada, los que la criminalizan (o lo harían) se refieren a ella como “crimen contra la naturaleza” o el “pecado contra la naturaleza.” La presunción es que el comportamiento homosexual es una perversión, y una perversión únicamente humana, resultado de lo que se presume es una atracción aprendida a los miembros del mismo sexo.
Hay solamente un problema con esa asunción: Nada en ella es verdad.
Un buen amigo me envía este video, que algunas personas les parece de una inutilidad y aburrición terrible, pero que si uno sabe un poquito de física resulta muy interesante. Muestra cómo hacer que cinco metrónomos que están funcionando cada uno a su propio ritmo se acoplen espontáneamente. No me pregunten exactamente cómo, pero creo que tiene que ver con la transmisión del ímpetu (o momentum).
¡Que lo disfruten!
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Mi tabla de corcho, donde pego cosas inútiles pero interesantes (?). Comentarios, quejas y críticas de un divulgador científico polemista que lee el periódico y no puede quedarse callado(y que a veces toma fotos curiosas).
(México DF, 1965) es químico farmacobiólogo y divulgador científico. Trabaja en la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, de la UNAM, donde escribe sobre ciencia, edita el boletín El muégano divulgador, da clases de biología y redacción, comparte café mientras platica con sus amigos y genera proyectos que a veces llegan a cuajar. Colabora semanalmente en Milenio Diario y es fan del programa inglés de ciencia ficción Dr. Who y del grupo alemán pionero de música electrónica Kraftwerk. Es abstemio y no fuma, pero disfruta de los vicios de cama (entre otros, dormir y leer). Sus libros más recientes son La ciencia por gusto, una invitación a la cultura científica (Paidós, 2004) y ¿Barriga llena? (Castillo, 2005). En 2005 recibió la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, que otorga la UNAM, en el área de Creación Artística y Extensión de la Cultura.
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