Cuando leo textos como éste de Jorge Zepeda Patterson (que por alguna razón ha circulado mucho) me acuerdo de la lógica ultra barroca de los elaborados y retorcidos videos que hacen los terraplanistas para tratar desesperadamente de convencernos de que efectivamente no habitamos un planeta esférico, sino una especie de hot-cake espacial rodeado de hielo.
Y cómo ocurre con los “argumentos” terraplanistas, desmontar una por una las falsedades y trampas de un texto como éste llevaría mucho más tiempo que armarlo.
Solo diré que se trata de una serie de medias verdades, interpretaciones forzadas basadas en un fanatismo ideológico (bastante bien disfrazado de “lógica” y “objetividad”), afirmaciones sin sustento y unas cuantas mentiras para dar sabor. En suma, maromas ideológicas para, sin dejar de parecer un intelectual “serio”, intentar defender lo indefendible: la destrucción de un país y sus instituciones, la polarización y división de una sociedad, la simulación de regalar a los más pobres mientras se acaba con la estructura económica que les puede dar empleos, y la construcción de un estado autoritario, cerrado y aislado, donde se democratizará la pobreza y no sólo se reprimirá el disenso y la crítica, sino que se eliminará la posibilidad de los ciudadanos, que dependerán para todo de Papá Gobierno, de buscar otras alternativas.